Para frenar el envión que trae este Unión Ezpeleta, hay que hacer merecimientos dentro de la cancha. No alcanza con tirar la chapa. Y si no que se lo digan a All Boys, que llegaba con la confianza de mirar a todos desde arriba en las posiciones, y terminó dándose un flor de golpazo en calidad de visitante. Los dirigidos por Adrián Fernández jugaron un gran partido y consiguieron un triunfo que alimenta seriamente sus ilusiones.

En un encuentro parejo y bien jugado por los dos conjuntos, los de Ezpeleta estiraron la racha positiva ganándole a quien una semana atrás se convertía en puntero de la zona.

Si bien el comienzo del partido lo tenía al Unión atacando e intentando llegar al arco rival, fueron los de Floresta quienes golpearon primero y ante un error defensivo pudieron concretar el primer gol. Lejos de desesperarse por la desventaja, los locales fueron trabajando con tranquilidad en la búsqueda del empate, que llegaría a través de Maxi Zanello. Pero lo mejor estaría en el tramo final.

La segunda parte fue espectacular, con un All Boys que puso en peligro al Unión, pero sin poder concretar el desequilibrio en el marcador. Promediando la etapa, se vivió un verdadero ida y vuelta de los dos equipos, aprovechado por los de Ezpeleta que se pusieron en ventaja con un golazo de Carlos Cancela y que un minuto más tarde, tras gran jugada personal de Pichi Calahonrra en la que lo dejó solo frente al arco, Hernán Ricotta convirtió el tercero para delirio de todo el público presente.

A esa altura, quedaba mucho por jugar y el partido no daba respiro. La visita pudo descontar para darle emoción a lo que faltaba, mientras el Pato Fernández fue moviendo el banco buscando en cada momento contrarrestar la embestida final del Albo, que se encontró con una defensa sólida enfrente.

Así, Unión logró quedarse con los tres puntos que lo dejo más cerca de la punta, demostrando que está para dar pelea y que a ningún equipo le será fácil ganar cuando llegue al Coloso de Ezpeleta.