Por Leonardo Testa

Con una jugada maradoniana en el minuto final, Juan Manuel Saladino se transformó en el héroe de la tarde del Anexo Cervecero, al darle el 4 a 3 definitorio a Quilmes A frente a San Fernando. El equipo dirigido por Mariano Ronconi venía evidenciando una levantada que debía seguir ratificando para mantenerse cerca de Mitre y Banco Provincia, los dos rivales que encabezan las posiciones. Y si bien, se trató de un partido sufrido, con el agónico triunfo pudo estirar aún más su racha sin conocer la derrota y se ilusiona.

El partido comenzó con la presencia del local, demostrando que en su cancha se juega como Quilmes propone. A los 25 minutos se produjo el primer festejo de la tarde: tras una gran jugada colectiva, Tomás Kuhl marcó el 1-0 parcial. Sin embargo, el festejo no iba a durar demasiado, ya que tres minutos más tarde, a la salida del tercer corto, Pedro Ibarra empató el encuentro. Pero el QAC no tardó en responder, y a la jugada siguiente volvió a sacar diferencias en el marcador, después que Juan Tubio corrigiera la dirección de la bocha.

La primera mitad terminaría con un corto a favor del Cervecero que, en la tercera ejecución, Gabriel Encinas la mandó a guardar y determinó que el equipo se fuera al descanso con una ventaja de dos goles que le daba cierta tranquilidad…

En el segundo tramo, los locales regalaron la bocha y el campo, San Fernando adelantó sus líneas en busca del descuento, llegando a atacar hasta con cuatro delanteros en algunos pasajes del juego. A los 12 minutos, Lucas Rey mandó un centro milimétrico al área, Mariano Peña se anticipó a la defensa y achicó la diferencia. A partir de ese momento, el partido entró en un clima de incertidumbre. La visita tenía la bocha pero carecía de profundidad, mientras que el equipo dirigido por Mamo comenzaba a perdonar en las contras, y hacia crecer la figura de Juan Espinosa.

A falta de tres minutos para el final, Sanfer logró el empate. Después de una gran jugada colectiva, Tirso Seivane definió con todo el arco a su merced. La visita aprovechaba al máximo las escasas situaciones de gol que tuvo. Sin embargo, a falta de un minuto, apareció la magia de Juan Saladino, en una jugada maradoniana, o más emparentada con Lucha Aymar si de hockey se trata. Agarró la bocha y comenzó a pasar rivales en velocidad hasta que, cuando tuvo la oportunidad, definió con un tiro cruzado y le permitió quedarse a Quilmes con los tres puntos de local.

Foto: Sebastián Galazzi