Cuando ya no quedaban fuerzas ni ideas, Quilmes encontró una formula conocida para levantar el resultado. Al igual que la semana pasada en Mendoza, en la agonía del encuentro apareció Fernando Telechea para, esta vez de cabeza, marcar el tanto que le dio vida al Cervecero en el partido. Los de Caruso Lombardi igualaron como locales ante River, cortándole la racha de victorias al elenco millonario. Gran clima en un Centenario que mostró un lleno total.

No se trataba de un partido más, y eso ya se vivía en la previa. La expectativa por ver una verdadera prueba de fuego para ambos conjuntos, generaba expectativa y entusiasmo en la numerosa cantidad de hinchas de ambos conjuntos que lentamente iban acercándose a la casa del Cervecero. Por eso, se siguió el encuentro con total atención desde el primer minuto.

En ese arranque, parecía que la visita iba a ganar cierto protagonismo por intentar manejar más la pelota, pero en base a la presión y al orden táctico, el QAC comenzó a llevárselo por delante, al punto de empezar a encontrar algunas situaciones de peligro, principalmente, gracias al trabajo desgastante que realizó Martín Cauteruccio por todo el frente de ataque.

Y así empezaron a aparecer algunos huecos, que permitieron remates del uruguayo y también de Garnier desde buenas posiciones. Aunque la más clara sería producto de un cabezazo de Jorge Serrano que se estrellaría en el travesaño. Pero en el momento en que parecía que el local tenía todo controlado, el Millonario hizo valer a sus figuras: buen pase largo de Martín Aguirre que lo dejó a Cavenaghi frente a Trípodi, y en su primer mano a mano desde su vuelta, el goleador no perdonó.

A partir de allí, todo se le volvió cuesta arriba a un Cervecero que en ningún momento del partido encontró una conexión futbolistica que le diera cierta dosis de juego criterioso con el balón. Pese a eso, por ganas y actitud intentó llevarse por delante a su adversario. Pero no fue más que un sofocón.

Después de eso, los de Almeyda aprovecharon para jugar con los espacios que le dejaba Quilmes, acelerando gracias a la técnica que posee el Chori Domínguez, y que le dio algunas posibilidades para sentenciar el encuentro. Pero el local tendría una vida más…

Corría un minuto del descuento y, tras un corner de Cauteruccio, Telechea volvió a aportar su cuota goleadora. Esta vez, ingresando de frente al arco y sin marcas, posibilitándole fulminar al arquero de cabeza. Fue el éxtasis puro para el público local, que vuelve a disfrutar de un resultado positivo sobre la hora. Esta parece ser la nueva formula: con Telechea, Quilmes goza en el final.