Más allá de haber vuelto a convertir después de más de tres fechas. Por más que el estadio ubicado en Parque de los Patricios sea siempre un escenario históricamente adverso, no caben dudas que este el empate que más duele de los últimos cuatros consecutivos que suma el equipo. Es que, Quilmes tenía dominado el partido. Había llegado al gol a través de Cauteruccio, lo manejaba con tranquilidad, pero increíblemente eligió retroceder en el terreno y le dio chances a un Huracán que parecía rendido. Y de tanto ir, el Globo llegó el empate y dejó mucha bronca en el vestuario visitante.

De no creer. Esta vez no le salió tal como lo imaginaba al entrenador del QAC. Es que, Caruso decidió cerrar muy temprano un partido que lo tenía a su equipo como dominador (estaba en su mejor momento del juego) y solo generó lo inverso: hacer crecer a un Huracán muy pobretón con escasez de capacidades en el plano individual y colectivo, que vio la llave gracias al repliegue de su rival.

El primer tiempo estuvo de más, porque ambos terminaron chocando una y otra vez con sus errores propios en ofensiva. De ahí a que casi no haya situaciones de peligro. Quizás, la visita fue un poco más tenaz en su búsqueda, principalmente, por la gran actuación que tuvo el mejor jugador de la cancha, Miguel Caneo.

Pero todo cambiaría en el arranque del segundo. Es que, en una contra rápida que condujo Caneo, Martín Giménez (en su mejor participación de la tarde), desparramó a la defensa local y limpió la pelota para dejar a Cauteruccio de frente al arco. El resto lo hizo el uruguayo, con un remate preciso. A partir de ahí, se vieron los mejores minutos del equipo, que presionó bien arriba, incomodó a un adversario lleno de dudas, quedando siempre a un buen pase de poder definirlo.

Pero insospechadamente, Caruso Lombardi decidió cambiar antes de tiempo (todavía faltaba medio hora para el final) y comenzó a alejar al equipo del arco contrario. Salieron los dos puntas, sumó más gente en la mitad de cancha y cambió el perfil del partido. Porque Quilmes se retrasó y Huracán ahí se dio cuenta que todavía estaba con vida.

Y aunque le costó darse cuenta por donde intentarlo, los ingresos de Mauro Milano y Alejandro Quintana le dieron más aire en ofensiva. Y de tanto ir…luego de una pifia, Villegas quedó habilitado y después de definir mal en la primera opción ante Trípodi, en el rebote no perdonó.

Pese a que intentó volver a cambiar, para el QAC ya era tarde. Estaba vez dejó dos puntos más en el camino por malas decisiones propias. Esta vez, el contra estuvo del lado propio.