Era la única opción que tenía por delante si quería mantenerse con vida en la lucha por el ascenso directo. Y su triunfo generó un sacudón bárbaro en el campeonato. Gran actuación de Quilmes en Córdoba para ganarle a un candidato como Instituto, que hacía más de un año que no caía como local y para seguir en carrera. Claro que, además de reacomodarse en la lucha por los primeros dos lugares, ahora deberá esperar que pierdan puntos Central y River, los otros dos beneficiados con este resultado.

Una muestra de carácter dio el Cervecero en el tramo caliente del campeonato, en un partido decisivo y en una cancha repleta, que esperaba ansiosamente un triunfo del local. Por eso, más allá de cual fuere el desenlace que tengan los dirigidos por Omar De Felippe, este paso por Córdoba le servirá mucho. Inclusive, en caso de tener que jugar la Promoción ante un rival de la Primera División.

El QAC planteó el partido como se imaginaba: achicando espacios, presionando a la Gloria desde su salida y tratando frenar el ritmo vertiginoso del rival, teniendo la pelota y jugando con los tiempos del juego. En el primer tiempo le Salió bien de a ratos, al punto que, ayudado por la poca precisión de Instituto, se terminaron anulando mutuamente y casi no hubo situaciones de peligro (apenas un par de remates de media distancia).

Para el tramo final, Darío Franco decisión apostar por tener más velocidad por los costados, por eso ingresó López Macri. Así, los centros comenzaron a llover y la cabeza de Miguel Fernández fue receptora de la mayoría de ellos. Claro que, el delantero que fue decisivo en las jornadas anteriores, se mostró con la mira torcida durante toda la noche.

Pero Quilmes también comenzaría a responder y cuando menos se pensaba, porque le costaba tener la pelota, entre Caneo, Díaz, Rescaldani (la figura del equipo) y Cauteruccio construyeron un jugadón que el uruguayo transformó en gol. Y encima, cuando los locales quisieron reaccionar, llegaría el segundo mazazo: la pifió Barsottini tras un saque largo de Trípodi, y otra vez Cautera la mandó a la red. En apenas cinco minutos, el Cervecero sacaba una gran diferencia en el tanteador para un partido tan parejo.

E Instituto nunca se podría recuperar de semejante golpe. Esta formación actual de los cordobeses, con dudas y más endeble que hace un par de meses atrás, no tendría las armas para volver a meterse en el juego y lentamente fue entregándose a la cruda realidad. En cambio, el QAC disfrutó de forma anticipada su gran golpe. Ese que lo sigue dejando en la pelea, al menos por unos días más. De la realidad de Rosario Central y River dependerá que su sueño se mantenga hasta la fecha que viene.