Por Leonardo Testa

Luego de errar ocho fijos y sufrir un gol de contraataque tras una mala ejecución de un corto, Quilmes A encontró en el último minuto la igualdad en su partido con Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Teniendo en cuenta las circunstancias del juego, no es un resultado tan malo para el conjunto que en esta fecha fue dirigido por Martín Rossetti. Pese a eso, sigue sin poder derrotar a un elenco encumbrado en este tramo definitorio del certamen.

Los dos equipos se respetaban, buscaban ser los dominantes del encuentro basándose en el manejo de la bocha, mientras que en los bancos había un duelo aparte, protestándole desde la primera jugada a la terna arbitral.

GEBA comenzó a crecer en su juego y llegar con peligro al arco defendido por Leandro Zenatto. A partir de un corto, a los 18 minutos, Lucas Argento reflejó en el marcador la diferencia que había en el campo de juego.

Más allá de la ventaja, el equipo de Palermo no cesó en su búsqueda y fue por la segunda conquista, pero las atajadas del uno cervecero impidieron que aumentara la ventaja. A Quilmes, por su parte, le costaba recuperar la bocha y generarle peligro a su rival. Es por eso, que sus delanteros debían retroceder para intentar autoabastecerse. A partir de los fijos, intentó igualar el encuentro, pero las malas ejecuciones y una floja recepción, impidieron esto.

En la segunda mitad, los dirigidos por Rossetti (Mariano Ronconi no estuvo a cargo) creció ofensivamente, ya que su rival solamente generaba peligro a través de los fijos o de las bochas pérdidas por los mediocampistas del QAC. El empate se produjo a los 11 minutos: Javito Taboada eludió a dos rivales en velocidad y cruzó su remate para poner el 1 a 1.

El conjunto dirigido por Pablo Tierno Moreira quiso salir del asecho de Quilmes, sin embargo, no lograba hacer pie en el Estadio Nacional. Mientras que el local mantenía sus ocasiones y muchos cortos a favor. Sin embargo, justamente por la mala ejecución de un corto, se volvió a encontrar en desventaja. Fue a los 26 minutos, tras un gran contraataque, en el que Tomás Nicosta empujó la bocha hacia la tabla.

Los nervios e insultos ya eran constantes hacia los referís, por los diferentes criterios del manejo de tarjetas. Es por eso que, a los 29 y 32 minutos, dos jugadores de GEBA recibieron la amarilla, llegando al final del partido en desventaja numérica. Y cuando quedaba solo un minuto para terminar el partido y el local no podía aprovechar esta superioridad, se produjo el noveno corto a su favor. En esta ocasión, Gabriel Encinas no falló y decretó el empate final. Tras el sonido de la chicharra, hubo intercambio de insultos entre los jugadores y técnicos ambos equipos, pero la tensión fue disminuyendo con el correr de los minutos.

El corto del final le permitió a Quilmes mantener la esperanza de clasificación a los Playoffs, aunque ahora deberá respaldarla con triunfos.