A horas de que la campana de inicio al combate más esperado del año, Sergio Martínez y Julio César Chavez Jr. están a punto de subirse a la balanza. Con localidades agotadas en el Thomas and Mack Center de Las Vegas y la ciudad colmada con cerca de cinco mil argentinos, Maravilla, quien figura favorito en las apuestas, siente el apoyo de todo un país y vaticina un combate largo, pero con final impiadoso: "voy a ganar dándole una lección al Junior".

Martínez (49-2-2 / 28 nocauts), quien aseguró sentirse mejor que cuando tenía 25 años, adelantó que mantendrá su estilo característico de guardia baja ante el invicto Chávez Jr. (46-0-1 / 32 nocauts) y aprovechó para restarle importancia al rival. “Esta no es la pelea más importante de mi carrera, pero significa estar más cerca del combate que realmente estoy buscando, que es Floyd Mayweather”, declaró el quilmeño, pero admitió que sí existe un aspecto que la hace especial: “quiero recuperar mi cinturón. Su faja es mía y voy a quitársela, nada más que eso. Chávez no me interesa, pero sí la corona. Será importante porque significa reconquistar mi estatus oficial de campeón mundial. Es un escalón más en mi camino a ser el mejor libra por libra”.

La previa de este combate (será transmitido en directo a partir de las 22 horas por la Televisión Pública) se palpita con ansiedad en todo el país y se da nada menos que en el Día del Boxeo Argentino, jornada que evoca a la llamada “Pelea del Siglo” librada entre el estadounidense Jack Dempsey y el local Luis Angel Firpo, 89 años atrás. Paradojas del destino, mientras se espera el comienzo del duelo más esperado de los últimos tiempos.