Se disputaron las series y la final del TC Rioplatense en el Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires y el ganador resulto Nicolas Vidal, pero la clasificación final quedo en suspenso por técnica. De confirmarse el éxito, se trataría de la primera carrera ganada por el quilmeño, que cumplió un buen papel y, al aprovechar algunas oportunidades que le dio la competencia, supo cómo conservar el lugar de vanguardia en el tramo definitorio y más complicado en el autódromo porteño.

El espectáculo arranco con las dos series clasificatorias, dando una premisa de lo que luego será gran la competencia final. El primer parcial lo ganó Javier Jack, la segunda batería (la más rápida de la mañana) quedó en las manos de Fernando Cutini, que se impuso con absoluta autoridad, dejando tercero a Vidal. El parcial del campeón fue el más rápido, por lo cual se ganó el privilegio de largar desde el lado de la cuerda.

La competencia final de veinte giros, tuvo un relanzamiento después de haber arrancado (por el despiste de Cesar Roncari) y en ese momento, Cutini comandaba el camino asediado por un inspirado Dante Gil que lo seguía de cerca, mientras que varios eran los que peleaban por el tercer lugar. Pasada la mitad de competencia y con varias intervenciones del AS, el auto de La Espumita Quilmeña comenzó a tener problemas en el impulsor, hasta quedar al costado del camino. En ese momento, Vidal, que ya peleaba con Gil por la segunda posición, saltó a la punta de la competencia y no la abandonaría hasta la bandera a cuadros.

De manera brillante, el quilmeño se adjudicó su primera competencia, seguido de Gustavo Ayala. Pero la carrera no termino aún, ya que luego de la competencia, en el recinto técnico del control de las unidades, Oscar Noe, Técnico de la Federación Metropolitana, precintó y retiró el cardan de los autos que arribaron primero y tercero para efectuar un mejor control en la Federación, por lo cual la Clasificación Final aún está en suspenso.