El 26 de mayo estaba marcado desde hace mucho tiempo en su calendario. Era la fecha esperada, para poder cumplir un sueño doble…que finalmente pudo concretar. Crhistian Burgos, nacido en Caleta Olivia pero quilmeño por adopción, pudo participar de una nueva edición del evento más importante de Triatlón de Sudamérica, el Ironman de Brasil. Pero eso no fue lo único: con una notable actuación, se transformó en el 5° argentino en llegar a la meta entre los más de 300 que formaron parte de la grilla general. De esa manera, se clasificó al Mundial de la especialidad a realizarse en octubre en Hawaii. A continuación, el atleta relata de su experiencia en exclusiva para DQ.

El día se presentó con un clima ideal para competir, el pronóstico marcó una máxima de 21°, algo poco usual para estas latitudes. Los más de 2500 corredores, que representábamos a 35 países, largamos a las 7AM desde Jureré Internacional Florianópolis, en busca de los únicos 50 lugares que la prueba repartía para el Mundial de Triatlón, que se llevará a cabo en octubre en Kona, Hawaii.

Después de cumplir la etapa de Natación, corro hacia el parque cerrado a tomar mi bicicleta y allí me informan que estaría dentro de los 50 primeros clasificados. Fortalecido anímicamente por la noticia, emprendo el extenso tramo de Ciclismo, solo concentrándome y focalizándome en la alimentación y en no gastar las piernas para poder realizar una buena maratón. Al Km 90 miro mi parcial y llevaba 2hs 25min, entonces decidí chequear que venga todo bien mente-cuerpo y, afortunadamente, venía cumpliendo el plan de carrera al pie de la letra.

Al promediar el Km 120 de bici se levantó una leve brisa que, si bien no soplaba demasiado, hizo desgastar un poco más las piernas. Igualmente, mi parcial se mantuvo lo que me dio la posibilidad de seguir escalando posiciones en la carrera. Sin pensar demasiado, transición rápida y a enfrentar los tan temibles 42 kilómetros de Corrida. Rondando las 5hs 50min de competencia, ya estaba en pleno running, lo que se traducía en diez minutos menos que en mi anterior Ironman. A esa altura, la motivación estaba intacta y el objetivo cada vez más cerca...

A medida que fueron pasando los kilómetros, me di cuenta que podía mantener el mismo ritmo y no quería dejar de comer e hidratarme, algo fundamental en esta parte de prueba porque eso sería crucial para después del Km 30. En la última vuelta vi a muchos corredores caminando, pero yo no aflojé y eso, sumado al aliento de todos los argentinos presentes, me permitió cruzar la línea de llegada emocionado y feliz, sabiendo que tanto esfuerzo había dado sus frutos.

Los parciales de Burgos

3.8Km de Natación: 52 minutos (50° de la general)

180Km de Ciclismo: 4 horas 52 min. (35° de la general)

42Km de Corrida: 3 horas 16 min. (25° de la general)

Tiempo total: 9 horas 08 minutos