Otra vez el sinsabor como local quedó instalado después de otro partido del Cervecero. Es que, el elenco dirigido por Blas Giunta de nuevo se mostró superior a su rival y mereció quedarse con los tres puntos. Más firme y protagonista de las acciones, Quilmes se puso en ventaja a través de Caneo, pero el ingresado Dinenno lo empató en el arranque del tramo final y, pese a haberse llevado por delante a su rival y contar con varias opciones para sacar una nueva diferencia, pagó por su nítida falta de eficacia. A seguir trabajando.

Dentro de la mitad del vaso llena, al QAC le quedará que fue más que la Academia y solo le faltó plasmarlo en el resultado. En la mitad del vaso vacía, tendrá que soportar el saber que otra vez fue más que su rival, pero este sábado tampoco pudo plasmarlo en el marcador. En síntesis, el conjunto de Giunta de nuevo se quedó en la orilla: sigue en crecimiento pero consigue menos puntos de los que merece en su estadio.

La localía comenzó a ser un problema importante para Quilmes. Desde la cuarta fecha que no puede triunfar en casa, donde ahorra lleva una racha de tres empates 1 a 1 consecutivos. Esta vez, quizás jugando el mejor partido en esta condición, desde que comenzó su mala racha, pero tampoco le alcanzó. Su mayor mérito fue el haber sido paciente, mostrarse activo en ataque, disimulando la carencia dentro del área contraria con mediocampistas que se desprendían y acompañaban bien a Caneo y Diz.

Así y todo, recién pudo marcar la diferencia a cuatro minutos del cierre del primer tiempo. Y encima, lo hizo medio de casualidad…después de un tiro libre de Zacaría que dio en la barrera, se dieron una sucesión de rebotes, en los que la pelota terminó quedándole al diez, que definió de manera ejemplar cuando Saja salía a achicar.

El mejor momento de Racing fueron justamente esos pocos minutos en los que estuvo en desventaja, el puñadito que faltaron para cerrar el primer tiempo y los poco que necesitó de la segunda mitad. En su primer ataque profundo de esa parte, un buen desborde con centro incluido de De Paul cayó en la cabeza de Viola, éste puso la pelota contra el palo, pero nadie pudo sacar la pelota del área y después de una buena participación de Peratta, Dinenno tomó un segundo rebote para mandar el balón a la red.

Parecía que empezaba un partido distinto, pero solo sirvió para mostrar lo mejor del local. Con ganas enjundia y criterio, el Cervecero se llevó por delante a su rival, que a esa altura ya estaba decidido a cuidar el punto y llevó a vivir el juego muy cerca de la ubicación de Saja. Sobró vigor, llovieron los centros, aparecieron las opciones (la más clara un cabezazo de Morales que dio en el travesaño) y el mereciometro se inclinó definitivamente. Los de Giunta fueron más y merecieron quedarse con la victoria, pero fallaron de nuevo en los últimos metros.

Por eso el sinsabor del cierre, aunque en este caso, con la expectativa de saber que este es el camino. Que el equipo volvió a mostrar un crecimiento en su nivel de juego y que, de mantenerlo, los resultados deberían empezar a llegar. Cuestiones del fútbol, a algunos le alcanzará con esto, en cambio, para otros tendrá gusto a poco.