La carroza volvió a transformarse en calabaza en la vida de Argentino de Quilmes. El equipo venía en alza en el torneo, entre semana había pasado de fase en la Copa Argentina, pero bastó que se le metiera delante suyo uno de los rivales más bravos de la categoría para que le den un baldazo de realidad. Talleres lo goleó en Remedios de Escalada, demostrando su clara superioridad, principalmente en el segundo tiempo, cuando la visita se quedó con dos jugadores menos, y reavivó las preocupaciones que en las últimas fechas habían dejado a un costado en la Barranca.

Las diferencias están a la vista en la realidad de uno y otro. Y si bien el elenco de Santángelo pudo aguantar un rato y por momentos intentó complicar al local, lo cierto es que bastó que llegara el primer tanto para que el castillo de naipes se desmoronara y las diferencias, que había en el juego, se trasladaran también al tanteador. Claro, a esa altura Aregntino ya jugaba con nueve por las expulsiones de Matías Polack a los 39 minutos y Diego Leguiza a los 44.

Fue el histórico Mariano Campodónico, con tantas batallas del ascenso encima, el que rápidamente empezó a liquidar las cosas. Es que, doce minutos le bastaron al tremendo goleador para sacar dos tantos de diferencia. A los 11 y a los 23 minutos de ese tramo definitorio, llegaron los dos golpes de nocaut que recibió el Mate, que le hicieron perder confianza y empezar a tirar la toalla antes de tiempo.

A falta de siete para el cierre, llegaría la anotación de Gustavo Britos (otro con mucho recorrido encima) para darle cifras definitivas a una jornada que terminó siendo histórica para el elenco de Escalada: estreno de iluminación, primer partido oficial nocturno en su estadio, tres puntos que suma en el lomo para quedar más cerca de las principales posiciones y mantenerse en la pelea seria por el título.

En cambio, para Argentino fue un nuevo cachetazo cuando parecía que el equipo estaba en levantada. Habrá que esperar que solo haya sido una mala noche.